Estoy frente a un mundo vacío,
A un mundo que caduca
En la búsqueda de la
felicidad,
Y tras las cortinas de un carnaval de asombros
Sucumbo con una fe indigna, débil,
Estéril, hundida.
Estoy frente a un mundo sin glorias,
Que sirve de engaños
Pregonando verdad,
Y como sonámbulo en noches oscuras
Siento que mi alma vaga errante
Apresurando a entregarme a la tumba.
Estoy frente a un mundo
Con espinas y sin flores,
Que han sembrado en tierra seca
Su bienestar y su honra,
Que no ha sabido entender ni disfrutar
De un bello camino,
Que ofrece esta vida hermosa
A los que no extravían su destino.